El manzano era un árbol silvestre y los persas empezaron a cultivarlo, logrando asegurar el consumo de esta fruta al controlar su producción. Pero ¿cuáles pueden ser las consecuencias de la sobreexplotación del planeta?
Ésta es la cuestión que subyace detrás de nuestra propuesta. Si profundizamos más en las referencias culturales del manzano encontramos varios mitos y leyendas que lo tienen como elemento central. Era uno de los siete árboles sagrados de los druidas. Para los celtas era el símbolo de la inmortalidad, la perfección y la fertilidad. Su Diosa Blanca convertida en cierva descansaba debajo de un manzano. La diosa nórdica Idunia guardaba las manzanas de oro de la eterna juventud. En la cultura cristiana la manzana es el símbolo del pecado de Adán y Eva…Hoy por hoy, el árbol del manzano es considerado el árbol de la abundancia, un símbolo de confianza, un remedio contra la avaricia que ayuda a mantener al ser humano abierto y equilibrado, “fluyendo” con confianza y compartiendo con los demás. Una idea que conecta con nuestra visión personal de la vida.
En nuestra propuesta, las manzanas, los frutos del árbol, serán el medio que podamos utilizar para comunicarnos con la naturaleza. Gracias a los sensores que contienen y a la programación con Arduino, cada vez que toquemos una de las manzanas el espíritu del manzano se comunicará con nosotros. Se iluminarán unas luces y podremos escuchar una advertencia de la naturaleza, a través de diferentes fragmentos de la carta que escribió el jefe Indio Noah Sealth al presidente de Estados Unidos cuando éste le ofreció comprarle las tierras de su pueblo uno de los manifiestos más emblemáticos dentro de los movimientos ambientalistas.
Son posibles otras maneras de relacionarnos con el entorno, los indios americanos son sólo un ejemplo, pero nos parecía muy adecuada su visión del mundo como un punto de partida para reflexionar adónde nos conduce el proyecto que occidente ha desarrollado hasta ahora. El respeto de los indios americanos por su entorno, la conciencia de que sólo podían coger aquello que necesitaban para sobrevivir y la incomprensión ante la mercantilización de la naturaleza propuesta por el hombre blanco son un punto de vista que puede servir de espejo y que clarifica el significado del proyecto artístico ayudando al espectador a realizar una reflexión e interpretación personales. La cultura occidental actual se ha extendido por todo el planeta, en una carrera sin límite hacía la acumulación de riquezas con una visión del hombre como propietario del planeta, un planeta lleno de recursos para ser explotados. Rompiendo de esta forma el frágil equilibrio de un ecosistema que necesitamos para sobrevivir, y faltando el respeto al entorno y a los seres con los que compartimos nuestro hábitat. Ante esta agresión, la naturaleza reacciona y buscará la manera de sobrevivir. Aún no sabemos cómo acabara este conflicto generado por la avaricia de una parte de la humanidad. Mediante el movimiento, la danza y la expresión corporal reflexionamos sobre esta cuestión en nuestra propuesta de performance, que da vida a la escenografía que hemos creado, gracias a la interactividad que hemos creado.
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